El 2009 se advirtió a través de una medida Cautelar a la minera Lincuna SAC que deje de vertir sus aguas industriales contaminantes al lecho de la cabecera de cuenca del valle Huarmey. El Poder Judicial parecía ser coherente con sus obligaciones rectoras. Sin embargo un año después, la resolución judicial cautelar seguía sin ser ejecutada causando preocupación en la población y algunos dirigentes consternados exigían que se remedie el hecho y dejan su testimonio en un reportaje audiovisual. (Ver video)
(Reportaje histórico recuperado, realizado el 2010 por el periodista Santiago del Castillo)
10 años han transcurrido desde aquel documento Cautelar, y
se sabe por testimonios actuales que aquella resolución judicial nunca fue
dispuesta para su ejecución, muy por el contraria la empresa minera responsable
no solo continuó con sus operaciones, sino aumentó su capacidad extractiva en
la misma cabecera de cuenca del valle Huarmey: de 3000 a 10.000 toneladas
métricas diarias.
Pero el tema que nos llama al interés periodístico no es el silencio
de toda la estructura Estatal (Autoridad Regional del Agua, la Dirección Regional
de Minería de Áncash o los Gobiernos provinciales y distritales, etc.), en esta
ocasión nos genera más interés conocer qué tipo mentalidad social tienen los habitantes,
es decir los empresarios agro-exportadores, emprendedor agropecuarios,
turísticos, obrero, ama de casa y profesionales que disfrutan y se sirven
productiva y espiritualmente de ésta hermosa vertiente hídrica.
No pueden escudarse en la pobreza o desinformación ya que
muchos de ellos son propietarios, pero pareciera que estos habitantes son de la
misma madeja de los funcionarios
públicos, es decir se comportan con la misma actitud sospechosa de sus burócratas y son tan responsables como culpables de la destrucción paulatina de la cuenca
del rio Huarmey, ya que el desinterés los hace cómplices.
Continuaremos informando...
Y donde estan los ilustres aijinos
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