Que las acciones y sucesos acontecidos durante el último mes,
nos alerten sobre el proceso de Reconstrucción. Sin vigilancia y fiscalización,
podrían dejarnos sepultados sí el río desborda nuevamente sobre la ciudad. La
ejecución del presupuesto tiene que dejar una obra de calidad, que perdure en el
tiempo y no desaparezca con las primeras gotas de agua que correrán por el río
Huarmey.
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Hoy sabemos que las movilizaciones pacíficas convocadas por la
sociedad civil organizada de la provincia de Huarmey –del distrito Capital,
para ser más específico- lograron los resultados sociales esperados a pesar del
boicot Institucional y gremial planeado; recordemos que la principal petición
de la plataforma de reclamos era: “Dar pronto inicio a los trabajos de
reconstrucción del cauce del río Huarmey, obra prioritaria”.
El Estado atendió las
demandas de la sociedad de manera anecdótica, lo que resulta curioso para un
supuesto Estado moderno, su reacción de primer reflejo fue un silencio administrativo,
que en vez de salir a comunicar, optó como reflejo, acusar responsabilidades a
la cadena jerárquica de mando (les sugiero leer un post publicado por Tv
Huarmey y escuchar el testimonio de la representante del Ministerio de
Agricultura en una reunión en el congreso)[1].
No saber responder adecuadamente, generó desazón en toda la
población (era de esperarse), y como parte del pánico burocrático, su segunda reacción,
muy al contrario de comunicar y consensuar planes transversales en beneficio de
la población, (quienes el pasado 16 de marzo lo perdieron todo), nos
sorprendieron con movimientos propios de un “pulpín aprendiz a burócrata”, a las movilizaciones pacíficas,
enviaron contingentes policiales para reprimir y tratar de desacreditar las
convocatorias, acusando a través de los medios radiales y virtuales que los
dirigentes no eran los más óptimos [2]
(ver video donde octogenario dirigente social de Huarmey, Mariano Soria, es
golpeado brutalmente por policías).
El día del 20 de octubre, cuando la población iba salir a recorrer
las calles de la ciudad y hacer notar su incomodidad “acusando un Gobierno indolente”
por la magnitud del problema no resuelto, los representantes del Gobierno prefirieron
enviar a asustados servidores públicos visitar casa por casa, casi a media noche,
para decirles que el apoyo económico para los damnificados ya es un realidad,
además trajeron, para la fotografía y el show mediático, maquinarias pesada
para luego, al día siguiente de las movilizaciones retirarlas para recién
empezar los trabajos este 28/10/2017 [3]
Luego una serie de acciones que intentaron desequilibrar la
organización social en pos de la solicitud para el inicio de las obras de
Reconstrucción, nos enteramos del boicot a la movilización pacífica de parte de
dirigentes agrarios, del llamado Frente de Defensa Agrario de Huarmey, estos argumentaron,
que fue por ellos y sus estrategias que la movilización del 20 de octubre no
fuera multitudinaria.[4]
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